Cuando conoció a mi padre, mi madre le dijo, como mujer liberada que era, dueña de su sexualidad y de su tiempo, que no quería tener hijos. Y mi padre contestó, como hombre ácrata convencido y misántropo practicante, que le parecía bien. Así que se cogieron de la mano y viajaron, dentro y fuera de su casa, combatiendo el Capitalismo, el Comunismo; así como a cualquier otro “ismo” que se les pusiera delante.
Y cuando por fin se agotaron de tanto ir y venir, empezó el aburrimiento y se distanciaron. Y en algún momento de aquel descenso, se dieron cuenta y tuvieron que reconocer que no habían cambiado nada; porque los “ismos” siempre dan paso a otros “ismos”: el machismo al feminismo, el autoritarismo al liberalismo, y este al neoliberalismo, y…
-Y ¿a que no adivinan lo qué pasó después?

Cuando conoció a mi padre mi madre le...