Allá en el fondo, todas las palabras que dijimos y de las cuales ya no guardamos recuerdo, DUERMEN BAJO LAS AGUAS. Duermen aquellas que no supimos decir y esperan su turno para salir a flote. Las cartas que hemos roto, las no recibidas y las veces que hemos dicho adiós. La pena que sentimos y que ahora, al recordarla, nos parece pequeña. La risa o el llanto que no llegó a brotar. La amistad que buscamos en el momento difícil y que resultó ser más débil que nosotros, más falta de ayuda. La persona a quien quisimos consolar y terminó sirviéndonos de consuelo. Todo duerme allí, en ese fondo…

CARMEN DE RAFEL MARÉS