La distancia se mide en recuerdos:
La distancia es el olvido
del que no quiere recuerdo
y busca en el espacio intermedio
una excusa de autoengaño.
El pasado es el presente
de toda persona distante
que, entre pena y esperanza,
ve en él su forma de estar latente.
Divino e incógnito placer,
es el que de su recuerdo nace.