Esta maldita calle mía

Esta maldita calle mía

En esta maldita calle mía,
Donde el destino, día a día trazado, es incierto,
Los borrachos del mundo llegan para descansar, y
En historias destrozadas, buscando consuelo, se refugian.
Oh, esta maldita calle mía,
Refugio de almas perdidas, que en sombras se inclinan,
Donde la risa se mezcla con el licor trasegado,
Y el tiempo se disuelve en un ballet melancólico.
Las luces parpadean en la noche sombría,
Revelando secretos en la soledad,
Alegrías y penas se entrelazan y giran,
Mientras los ebrios encuentran camino para desfogarse.
Oh, esta maldita calle mía,
Testigo de amores y de frías despedidas,
Donde las lágrimas caen como una lluvia suave,
Y las promesas se desvanecen como una mancha pasajera.
Sin embargo, en medio del abrazo de esta canción lúgubre,
yace la belleza velada dentro del garbo,
Las cicatrices que la vida deja grabadas en nuestro interior,
Son lecciones que nos impulsan a escarbar los anhelos.
En esta maldita calle mía,
Historias de melancolía se entrelazan,
Los corazones rotos encuentran consuelo y reparación,
Los sueños se disuelven, aunque alguna vez se coagularon.
Oh, esta maldita calle mía,
Donde las heridas se convierten en una frase sarcástica,
Un rincón donde el mundo se acaba,
Amor y dolor entrelazados, buscan escapar.
En esta maldita calle mía,
Hablo de verdades que nunca se esconden,
Porque en la oscuridad, hay un sitio oculto,
Curando heridas que se entremezclan.
Así que, en esta maldita calle mía,
Donde los borrachos del mundo se juntan,
entre la pena y el tiempo sombrío,
Solamente la luna siempre brillará.