Mañanas...

Mañanas...

Mañanas de flores salvajes
y tardes de mariposas,
camino sobre tus pasos,
sobre la hierba que pisas.

Mañanas de flores salvajes
y tardes de mariposas,
melífera abeja del campo
deja tu intenso sabor.

Mañanas de flores salvajes
y tardes de mariposas,
escalo hasta las montañas
desde la luna creciente.

Mañanas de flores salvajes
y tardes de mariposas,
empuño la rubia arena
que de tus manos escapa.

Mañanas de flores salvajes
y tardes de mariposas,
desde profundos cañones
asciendo por el menguante.

Mañanas de flores salvajes
y tardes de mariposas,
libo tus besos de cielo
como mi rojo rubor.

Mañanas de flores salvajes
y tardes de mariposas,
tu risa me cosquillea
entre el alba y el crepúsculo.

Mañanas de flores salvajes
y tardes de mariposas,
deja tu dorado polen
sobre mi negro candor.

Mañanas de flores salvajes
y tardes de mariposas,
iluminando mi alma
desde el crepúsculo al alba.

Mañanas de flores salvajes
y tardes de mariposas,