No mires
este cardenal,
ni las heridas
de mi corazón.
No mires
las arrugas que han comenzado a tallarse
alrededor de mis ojos,
ni los cabellos blancos
que crecen en mi cabeza.
Mira tan sólo
a mi alma…
Mi alma
que es la hierba de un nuevo marzo.

MARAM AL-MASRI – CEREZA ROJA SOBRE LOSAS BLANCAS

No mires…