El Jardín de la Luz

A los que siguen creyendo en el lado brillante

El Jardín de la Luz

En el cielo claro, el azul danza,
la luz se desnuda en río cristalino,
serena y pura, melodía blanca,
fresco amanecer, beso de alas.

Oh aire dulce, suspiro inmóvil,
acaricia las alas de los tuétanos libres.

Luminosa en su vuelo,
como estrella fugaz, la flor,
en su jardín más íntimo,
espejo de sueños suaves,
susurra pulso y signo.

Oh tarde, áurea y serena, mar de miel,
donde el sol, amante, se baña.

Oh silencio profundo de la noche,
cofre de estrellas de cristal, reluce.

Oh Música de la selva, clara,
voz del tiempo, inmortal y dulce,
vastedad del ser, lo profundo,
se un océano de luz, solo y pulcro.

Oh vida, espejo de sol y agua,
la belleza se cierne como flores silvestres,
y en su reflejo, un ser descubre
la esencia pura de lo hondo sin fin.

El jardín de la luz,
donde habita el ensueño,
es un canto de albas y auroras,
y en cada rincón, la voz más humana,
el viento fresco, beso de alas.