Sueños de Humanidad

Sueños de Humanidad

Bárbara continua de la noche,
llameando entre sombras, hacen someterse
las almas a su danza de sangre y ortigas.
¡Oh Jesucristo, cabeza de nuestras luchas,
despertaré en tu nombre, decirle al mundo
que son los ajustes de gruesos bufas,
los que veré caer como babilonia
en la vigilia de los pueblos, porque
yo dije en las callejas del puerto caído
que cazaremos el infortunio y la siniestra!

¡Qué venga la tormenta, que nadaré
en su mar de desdichas! ¡Qué embargo
pretendéis, si nuestras tiendas ideales
son los sueños de la humanidad, y no
las monstruosas garras del progreso!
En la fiebre de la miseria, en las amables
perdidas, tendí la mano a la chamusquina
de la esperanza, y en sus magníficos salones
cargados de apetito consagrado por padres,
encontré la luz de una noche infinita.