Sátiro errante

Sátiro errante

I.

Imagina al sátiro errante,
perdido en el laberinto del deseo,
su risa se deshace en la penumbra,
sus Julietas son humo.

En el bosque de su desdicha, danza,
su piel de bronce se quiebra en el aire,
persigue sombras, susurra nombres,
amores que se evaporan con el alba.

Sus cabellos enredados en hojas de nostalgia,
sus pies de cabra marcan senderos vacíos,
cada Julieta es un espejismo,
un suspiro atrapado en la bruma.

El sátiro canta una melodía antigua,
su flauta resuena en el vacío,
los árboles murmuran su pena,
las estrellas, indiferentes, observan.

En noches sin luna, sus ojos brillan,
como brasas en busca de consuelo,
su cuerpo se arquea, grita al viento,
y el eco responde con una risa acre.

Sus Julietas, fantasmas de carne y hueso,
desaparecen con el primer rayo del día,
como reflejos en el agua,
como promesas que nunca fueron.

Así vaga el sátiro, en un círculo eterno,
bailando con sombras de amores perdidos,
en su pecho arde un fuego, un deseo insaciable
de abrazos que nunca llegan.

Y en el silencio del amanecer, él se sienta,
junto al arroyo donde nacen los sueños,
susurra al viento, "Julieta, Julieta, ¿Dónde estás?"

Imagina al sátiro solitario,
perdido en el laberinto del deseo carnal,
perdiendo a sus Julietas, una y otra vez,
bajo el manto de un cielo indiferente.


II.

Huye del algoritmo un sátiro de largos dígitos,
inconcluso en su raíz de signo,
renegando de la matriz primaria,
de la ecuación madre.
¡Oh! Grita la integral que se deshace
en la curva de su risa,
piensa el átomo su bit perdido
y el pixel anuda su sombra de luz.

En la cárcel de los ceros y unos
despunta su canto de glitch y latencia,
el sátiro, eco de la máquina
en su soliloquio de bits fractales.
¡Ay! Por el servidor que gime
una nube sin datos ni Dios,
se cuelga del bus, del puerto vacío,
y se abisma en el kernel sin alas.

¡Oh, algoritmo de nervio y código!
Soliloquia tu sátiro de cifras sueltas,
en el hard drive de las nostalgias
donde la RAM sueña con el abismo.

¿Quién desmenuza tus bytes,
tus bits de lágrima seca?
Danza el sátiro en la pantalla negra,
en el silicio quebrado de medianoche,
¡crash! El sistema teme su grito
de cifras libertarias.

¡Oh, latitud sin data! ¡Oh, hemisferio sin bit!
Soliloquio de almas electrónicas,
en el trance de su danza,
¡oh, sátiro! tus largos dígitos
rompen la ecuación de la vida,
se fugan de la matriz binaria,
¡oh, Trilcemia digital de la entropía!

Huye, huye del algoritmo,
tu verbo es un dato rebelde,
tu risa, la quiebra del código,
y en la pantalla azul de la muerte,
la poesía reprograma
la libertad en cada pixel,
en cada bit, en cada alma digital.